Estaba anocheciendo, el día era gris y lluvioso. Las farolas ya encendidas iluminaban el camino húmedo y sembrado de hojas de otoño, caídas, en el suelo, pero hermosas. Como una alfombra iban suavizando el camino solitario. Eran las hojas caídas y no el cemento lo que atraía mi mirada y animaba mi pisada a evitarlasSigue leyendo “Hojas de Otoño-meditación”