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Reverencia y Equilibrio

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Reverencia y Equilibrio fue el tema de nuestro último encuentro de Espiritualidad de la Creación. Los dos pilares para entrar en la Nueva Historia, el nuevo paradigma. Buscamos el equilibrio físico, psíquico, emocional y espiritual.

Por eso comienza “la trenza” (trabajo de cuerpo, espiritualidad, Cosmos) por el cuerpo. Tenemos en cuenta al empezar el día cómo nos sentimos primero físicamente, porque vamos acumulando cansancio durante la semana tratando mal a nuestro cuerpo, sometiéndole a falta de descanso real. Sólo después de ayudarnos a través de ejercicios de respiración, estiramiento, relajación, podemos empezar a buscar el equilibrio psíquico y emocional que nos proporciona la meditación.

Después de vaciarme para poder encontrarme en mi espacio sagrado conmigo mism@, con Dios, preparo “mi tierra” para recibir la Palabra y que pueda fecundarme. Recibo por tanto la Palabra, no como letra escrita sino como presencia real con poder de transformación.

¿Cómo trabajo todo esto desde la perspectiva cristiana? Jesús nos ofrece una imagen: la vid, muy antigua y muy actual. Muy antigua porque es la imagen del pueblo de Israel del Antiguo Testamento. Muy actual porque ofrece una nueva imagen de Dios, de nosotr@s mism@s y de la comunidad.

De Dios como Abba, el buen maestro que saca lo mejor de cada persona, lo que significa de verdad educar. De nosotr@s mism@s porque nos ofrece todo el proceso de crecimiento personal donde hay una dimensión activa y otra dimensión más pasiva: dejarse hacer.

Por último y no por eso menos importante, ese grupo alternativo que Jesús forma tiene un crecimiento que llevar a cabo y una misión que cumplir.

Hay que preparar la tierra, hay que podar y  podar…y hasta quitar lo bueno para conseguir lo mejor…pero no es sólo en beneficio propio sino en beneficio de la comunidad y del producto último que es el vino.

Esa meta final es la que no pierde de vista el viñador porque ese es el fruto del trabajo de sus manos. La nuestra también: deleitar con el fruto de nuestro trabajo y el dejarnos hacer por tantas cosas. No sólo es el viñador quien trabaja; hay tantos factores internos y externos: el sol, el agua, el viento, la tierra, la savia…lo importante es permanecer unidos al tronco…pero no porque sí sino para dar verdadero fruto.

Todo depende de cómo se van sucediendo las etapas del crecimiento y cómo se van encajando tanto los factores externos como los internos.

No olvidemos que el vino es alimento. Cuando lo compartimos con la comunidad hacemos presente a Jesús.

Resumen preparado por Carmen Notario

Reflexión:

Santi es uno de los más jóvenes del grupo de personas que han participado desde el principio en esta experiencia de Espiritualidad de la Creación. Hoy nos ofrece su reflexión :

Que difícil es dejarse podar, duele, duele incluso cuando solo te muestran las ramas secas que se aferran a ti. Esas ramas que te sobrecargan, a las que sigues mandando energía porque son tuyas, las quieres. Aunque ya no te aportan nada y sepas que no van a dar más de lo que ya han dado.

Veo esas ramas en mí, las identifico, las localizo, las sufro… pero cuesta cortar. Veo y siento la necesidad de cortar, de separarlas de mí, de podar… pero cuesta cortar.
 
 Mi corazón lo quiere, mi alma lo pide, mi cabeza se niega.
Santi Ortega
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