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Faltan tres días para la celebración de Santa María Magdalena o María de Magdala, pueblo pesquero a orillas del Lago. Ella vivió allí.

Según la religión tradicional podríamos decir que queremos hacer un triduo o tres días de oración intensa con María de Magdala. Deseamos pedirle ayuda, invitarla a nuestra comunidad virtual ya que la reconocemos como patrona y modelo de discípula y maestra.

Pedirle ayuda para encontrar ese lugar para la comunidad que está emergiendo gota a gota entre la real, que nos juntamos periódicamente para encuentros, retiros, talleres, estudio… y la virtual , todos los amigos y amigas que os acercáis al blog o a la web.

L@s que nos conocéis sabéis que hace años estamos buscando una casa para convertirla en “casa-comunidad de Magdala”. Un espacio sencillo pero acogedor, minimalista y cómodo pero sin lujos, donde nos encontremos en casa.

Hay personas que creen que los espacios que salen en las fotos de la web son nuestros, je, je. Asume la sociedad española que si eres religiosa tienes casas, propiedades…

Nada más lejos, los lugares de las fotos son de casas de retiros o parroquias. Siempre cargando con proyector, ordenador, decoración, ambientación…además de preparar los contenidos, la música, …siempre itinerantes, de lo cual no nos arrepentimos, pero sí vemos la necesidad hace años, de tener una casita prestada, cedida, alquilada a bajo precio, donde poder ofrecer nuestro carisma del que os beneficiáis y acoger a algunas personas que deseen hacer un retiro, alguna mujer joven que quiera hacer una experiencia…

Fundamentalmente sería la casa de la comunidad donde nosotras viviríamos y donde diferentes personas podríais también ofrecer vuestros dones y talentos, con sencillez y con gratuidad.

Sería la casa donde ofreceríamos formación periódica y acompañamiento en un compromiso con el silencio, la Palabra y la naturaleza.

Lugar de reto y descanso, donde las discípulas y discípulos puedan sosegar su espíritu en casa de la maestra de Magdala, recobrar fuerzas y respirar su espíritu.

Lugarcito con unos metros de huerta donde vuestros hijos puedan aprender que los tomates no nacen en Eroski, que los huevos no se forman en la cámara, y que todo lo que comemos tiene que hacer un “proceso” para que se comestible. Y donde vosotr@s padres y madres y educadores natos podáis desarrollar esas cualidades que llevan demasiado tiempo hibernando y ayudar a los más jóvenes a desarrollar las suyas.

Casa de silencio y música, la compañera del alma, que anima y acuna a todo el que anda rendido y agobiado. Relaja al ritmo de amasar el pan que comemos, o las risas de la convivencia buscada y deseada. Sororidad y fraternidad, estilo de vida alternativo al individualista y de religión apagada.

Así, hermana María de Magdala, creemos que con tu pasión por el evangelio del Maestro  animaste y cuidaste de tus amigas y discípulas. Si te parece oportuno, mueve algunos corazones para que ese sueño, tan esperado se haga posible. Y si no, danos la fuerza para seguir en el secano. Amén

 

Un comentario en «LA COMUNIDAD-CASA DE MAGDALA»

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