El pasado sábado día 28 de octubre, se nos invitaba a una primera formación sobre Cristología e historia de la iglesia, de otras que se sucederán en el curso presente.
Reunirnos un grupo nutrido de personas de diversas procedencias en proceso espiritual ,con el que ya hemos compartido una parte del mismo, con otros espacios de oración y formación, siempre es de agradecer y valorar en positivo ese deseo insaciable que busca seguir creciendo y evolucionar en la fe. Precisamente sobre la historia de evolución del Cosmos y la historia de nuestra experiencia personal de Resurrección giró esta primera formación, que como muy sabiamente nos indicaba Carmen, no va tanto de un sumar al conocimientos mental, como de conocimiento vivencial que invita a “formatear” y girar la cabeza a un nuevo modo de situarnos en nuestra espiritualidad.
He de reconocer que tener conciencia de que somos producto aquí y ahora, de un evolucionismo de más de 15 mil millones de años, tras una explosión de energía de unas magnitudes que no alcanza mi mente, es todo un misterio…. me hace seguir cuestionándome sobre mi identidad de ser vivo y de persona con una creencia cristiana . Hasta ahí no me es difícil vivirme desde las tres leyes del Universo que nos hablaba Thomas Berry, sobre diferenciación-diversidad aún dentro de la misma especie, Interioridad y capacidad de asombro ante toda criatura por pequeña que sea , y por último, comunión e interdependencia con todo lo creado.
Descubrirme en el día a día con esta dimensión contemplativa, que ello tenga una implicación en mi día a día,.. me cuesta enlazarlo, y me supone hacer una relectura de ese origen cósmico en clave de fe en la que no me había parado anteriormente. Estoy de acuerdo que la vivencia espiritual para mí de Resurrección es quizás un aporte minúsculo en este proceso evolutivo en pro de una Humanidad nueva. De la misma forma que aquella explosión de energía originaria de todo, no podemos objetivarla aquí y ahora, tampoco podemos objetivar la Resurrección de Jesús, pero la certeza de la vivencia experimentada a través de la fe y la confianza en la Vida de los que con Él vivieron y los que hoy le seguimos tiene mucho en común.
De todas formas, se me abre un mundo de “piezas” a encajar, se me entremezclan muchos conceptos y vivencias al mismo tiempo: Silencio-Energía,.. Proceso evolutivo, antes y después,…Explosión de Vida, No hay vuelta atrás,…Sombras y Luz…Silencio habitado- Impulso de Vida…Sentido de Vida… Creo que es una oportunidad de lujo, para adentrarse en esta contemplación y dejarse “formatear” en el proceso existencial de cada uno, pero esto requiere tiempo y permitirse interrogar desde esta otro prisma.
Muchas gracias a Carmen y Magdalena por facilitar sumergimos en estos “abismos”.
Cristina Elcuaz