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Estad alegres, orad siempre, en todo momento, y no apaguéis la luz del Espíritu en vosotr@s.

¿Y cómo se hace eso después de 2000 años de cristianismo cuando hemos pasado por tanto y nos pesa el desencanto y el negativismo? Cuando parece que nada neutraliza el imparable vacío de la iglesias, sobre todo de gente joven; cuando vemos poca esperanza y el derrotismo se apodera de nosotr@s, nos falta lo principal: dejar de mirar tanto hacia fuera y entrar dentro.

Sí, dentro está la respuesta; dentro de ti vive y respira el aliento de Dios, que lo fecunda todo y actúa con más contundencia si cabe cuando somos dos o más.

Respiras y el silencio se hace en ti. Le escuchas en el silencio y te vas llenando de paz, de gozo y de presencia.

Cuando esto pasa con un grupo grande de gente como ayer en San Martín de Algorta, el lugar de piedra y madera, las luces tenues, el calorcito, y la música suave nos hablaban de entrar dentro.

Las palabras de Isaías: el espíritu del Señor está sobre mí se hacían realidad en cada uno y en toda la comunidad. No apaguéis el espíritu en vosotr@s, mantened la luz encendida orando siempre y no despreciéis el don de profecía.

Y el gozo profundo se apoderará de vosotros. El gozo que os llevará a dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados y dar a los cautivos la libertad.

Muchos hace años que lo hacemos o lo intentamos por lo menos; pero no olvidemos que es en comunidad donde aprendemos a vivir como Jesús nos enseñó, compartiendo lo que somos y tenemos.

Por eso confitamos la tarde con la danza “Mecerse” y compartimos dulces y risas pequeños y grandes…caras nuevas, caras conocidas…esperanza en la llama que continúa encendida.

Carmen Notario

 

 

 

 

Un comentario en «No apaguéis el Espíritu»

  1. Fue casualidad que el celebrante decidiera el domingo pasado, leer las tres lecturas. Habitualmente se leen dos. Una de ellas en euskera y otra en castellano. Ese domingo me toco a mi leer esta misma lectura. La primera en castellano.

    Fue casualidad que la iglesia estuviera a rebosar, porque había cuatro misas de salida.

    En frente de tanta gente, tener que leer esas palabras, teniendo cierta conciencia de lo que decía el texto.

    Y después cantar el salmo, que tampoco se quedaba atrás…..

    Sencillamente fué tan impactante y profundo que me puse nervioso y además de sentirme pequeño, llegué a sentir temor.

    ¿por qué a mi? ¿por qué yo? y ¿por qué conmigo?

    Iremos viendo…….

    Felices fiestas

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