La luz es un regalo. Ojalá te deslumbre tanto como a nuestro protagonista y tengas que usar gafas de sol. Como a lo largo del año os enviamos mucha “palabra” hoy compartimos luz y risa, sí, la que despierta ver la belleza, luz progresiva que nos envuelve, y un Dios que tiene la ocurrencia de hacerse niño. De cada vez lo comprendo más.
Pásatelo lo mejor que puedas, también por dentro. Y no te olvides de facilitar que tu entorno también disfrute.