Hace poco que te conozco y en realidad sé poco de ti. Pero el convivir con tu familia unos días y sentir tu mirada, casi de estupor y tu permanecer inmóvil y completamente concentrada cuando compartíamos, a lo largo de horas, me permite romper la barrera de la “privacidad” que creo tanto tú como yo valoramos, y escribirte una carta de fin de año. Te hago así un poco partícipe de nuestros sueños y necesidades.
Edith, me atrevo a conjeturar que cuando después tu “atentísima escucha” aquel viernes por la tarde en el salón de tu casa, dijiste “y a mí, ¿por qué no me han contado esto antes?” en tu mirada había un ¡Eureka! hay más de lo que me han contado.
Que a tus 17 años seas crítica es de perogrullo, lo que me engancha es tu búsqueda. Yo tenía 16 cuando viví algo parecido. Por ello conecto y respeto tus intuiciones y sueños.
Hoy en el silencio de la madrugada revivía el pasado año. Medio año en Bélgica y vuelta a España, decepcionadas por personas y jerarquías de medio pelo…nada nuevo bajo el sol. El problema es nuestro, nos lo creímos y tomamos en serio: todo aquel maravilloso proyecto del Beguinato ¿era un sueño?
Sigo contigo Edith, te cuento un poco más de nuestra historia. Y esto forma parte de nuestro sueño, de su inagotable renovación interior, de su vuelta a nosotras, aunque como Jonás, quisiéramos ir en dirección opuesta ya que no nos trae más que zozobra y un gran calor interior. ¡Un sueño!
De este tiempo importante en Bélgica destaco el contacto con la comunidad SFCC. Contacto que nos ha permitido conocernos. Fue tu madre la que abrió a tu familia y a tantas personas la conexión con esa fuente.
Ella, como nosotras al descubrir el perfil de SFCC, se quedó invadida por su fuerza. Gracias a su fidelidad, a la nuestra, a la de tantas mujeres empoderadas y hombres libres de patriarcado, ese sueño se va realizando, en España, entre nosotras y con vosotras. Es como Navidad. Un regalo y un proyecto. Una vida nueva, recién estrenada y la responsabilidad de cuidarla, alimentarla, dejarle crecer.
Nos gustaría saber qué piensas de todo esto. Nos gustaría que fueras reportera de nuestro blog: thisisexciting.org, nos gustaría te sintieras parte viva de todo ese proceso porque no queremos vivir en paralelo a vuestra generación sino con vosotros y vosotras.
Y por ahí te pedimos ayuda, que nos cuentes de vuestras movidas. Que nos digas como podemos convivir con vosotras ocupando nuestro lugar, sin quitaros espacio pero tampoco sin robaros de nuestra experiencia y algo de sabiduría.
Cuando hablábamos, aquella tarde al calor de vuestra chimenea, por dentro se me hacía evidente que nuestro viaje a conoceros, era como el de las primeras discípulas que de dos en dos, iban a visitar las comunidades.
¿Objetivo? Animar y ser animadas. El camino cansa, pero los encuentros, los abrazos, las Eucaristías domésticas, alrededor de la cena, con horas por delante y sueño convertido en sueños…
Dinos Edith. Ahora me viene a la mente que así como Greta T. es un icono para la emergencia climática, nosotras te vemos a ti como icono de una generación que estáis entrando despacio en el mundo de los adultos, y que vosotras y sólo vosotras podéis decirnos como dejaros ser vosotros mismos sin necesidad de huir de nosotros porque nos encontréis “carrocillas”.
Más bien, ¿podríamos soñar juntos proyectos creativos, concretos para este año que se nos regala, de nuevo?
Te dejo la hoja empezada para que, si quieres sigas… De paso no me olvido de Pau, Joan, y de tus padres, que menudo buen trabajo han hecho en casa. Estamos orgullosas de haberos conocido. Y de que podamos ser sfcc en familia, tal vez, ¿por qué no? Vamos a tener una conversación oracional con Ll, Kopp, la fundadora de la comunidad. Mujer más abierta no sé dónde buscarla. Otra Edith de nuestro tiempo. Creo que le caerías rebién.
Y no, no te vas a librar de nosotras, ni tu familia, porque lo que Dios ha unido…ya sabes.
¡¡¡¡Feliz y creativo 2020!!!
Magda Bennásar Oliver, sfcc