Foto nuestra, Mallorca, España

¿Y cómo medito?

Siéntate en la oscuridad,

siente tu cuerpo y permítele que se relaje;

toma conciencia de que estás habitada,

eres parte del Todo y el Todo está en ti.

Nadie te observa, más bien tu observas, también a ti misma…

Ahora, no te dejes atrapar por el pensamiento

-“Y ¿cómo lo hago?”

Déjalo pasar como quien observa una barca arrastrada por las aguas de un río.

Escoge una palabra que te ayude a volver a tu centro, a tu respiración y cierra los ojos;

aún con ellos cerrados, notarás que hay luz.

Adéntrate en tu ser como si bajaras a una “estancia” inferior y el respirar profundo te llevará a la quietud.

Ya estás dentro…lleva esa luz de fuera a tu interior pero no lo hagas con la mente sino desde las entrañas. No te fijes en lo que piensas sino en lo que sientes.

Siente su calor en tu cuerpo templando el frío de tanta soledad, de tanto cansancio en una búsqueda sin sosiego.

No intentes colocar las cosas en su sitio, deja las riendas por una vez y déjate iluminar.

Coge esa luz entre tus brazos y apriétala fuerte contra tu cuerpo y no te muevas, ni físicamente ni mentalmente.

Ahí habrás conseguido vivir en el presente, deja el pasado, no te dejes amedrentar por el futuro, descansa en el aquí y en el ahora.

 “Qué quieres que haga por ti” le preguntó Jesús en una ocasión a un ciego que se encontró yendo de camino y que le gritó desde su oscuridad:-“Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí”.- “Rabbuni, que recobre la vista”, contestó.

“-Vete, tu fe te ha salvado”.

“Inmediatamente recobró la vista y lo seguía en el camino”.

¿Ves algo que antes no veías? ¿Te adentras en un lugar donde no habías estado antes? ¿Hay “allí” una nueva luz?

¿Te ves, les ves, lo ves?

Esa luz nueva que esperas cada mañana al clarear el  día, busca “colarse” dentro y convertirse en tu tesoro.

Sigue el camino, sigue la luz, ya eres luz.

Carmen Notario, SFCC

3 comentarios en «Eres luz»

Tus comentarios nos son muy útiles