EL EFECTO MARIPOSA

Dicen los especialistas en la ciencia del caos que “pequeñas modificaciones iniciales, aleatorias, como el aleteo de las alas de una mariposa en Brasil puede provocar modificaciones atmosféricas hasta culminar en una tempestad en Nueva York. El presupuesto teórico es que todas las cosas están interligadas y van asumiendo elementos nuevos, creando complejidades en el curso de su existencia de forma que la situación final es totalmente diferente de la inicial” (Boff)

Os invito a releerlo y reflexionarlo. El aleteo de las alas de una mariposa en un continente puede provocar en otro una potente tormenta…¿Y si lo aplicamos al Espíritu? Algo así como “el sonido del suave susurro ( saliendo de mi cueva protectora de mis justificaciones empañadas por el miedo, por el ego…) es capaz de provocar en su dinamismo y evolución un gran momento de Vida para muchxs en diferentes lugares y realidades.

El aleteo del Espíritu en tí, en mí, estos días de retiro, de danza, de oración intensa en silencios prolongados horas y compartido al atardecer en el jardín, está removiendo nuestras duras capas en las que pretendemos que surja la Vida. Y no, el Espíritu es especialista en ciencia del caos.

Todo empezó en el caos del Big Bang, en larguísimos miles de millones de años de evolución en que el caos original iba tomando forma, hasta que hoy tu y yo no tenemos igual en toda la historia de miles de millones de rostros y personalidades…somos únicos pero interconectados.

Hay momentos en nuestra vida que podemos percibir como caos y resulta que es el aleteo del Espíritu sobre nuestro caos.

¡Dichosx quien lo descubre y se silencia ante el asombro!

La evolución no llega a nuestra puerta por amazon. La evolución en el Espíritu está empapada de sudor y sangre. De proceso y gestación y de aceptar que lo que emerje es de Dios no tal vez lo que yo quiero.

¡Dichosos lxs que escuchan el susurro y se abren al tsunami.!

¡Dichosxs lxs que no ponen pegas antes de que emerja lo siguiente, pegas por agarrarse a lo buenísimo que fue el pasado. Se llama miopía del Espíritu. Se llama estar anclados en el yo. Lxs que se dejan mover por dentro, pueden colaborando con el caos, ser testigos y protagonistas de Vida para el mundo de hoy.

La vida es un reto o una siesta. Nos abrimos a Dios y no controlamos o nos sentamos en el sofá con una cervecita y seguimos hablando de ello.

¿Vértigo? Mucho, pero una experiencia que como fragancia del frasco roto y abierto de la mujer abierta al Espíritu, se esparce y permea los rincones más cerrados que nos impiden volar, dar vida.

No podemos orar y tomar la píldora. Ya me entendéis. Si oras, habrá vida. Igual no la que tú quisieras, pero tal vez la tormenta en Nueva York.

No te olvides de aletear. De acojer la Vida. De asumir el caos.

Nosotras estamos viendo, con estupor y asombro, como un aleteo de hace años en una comunidad que se iba encorsetando, provocó mucho dolor, sentimiento de caos y de duelo…hoy después de muchas curvas cerradas, sin desfallecer en la subida, vemos emerger Vida y Vida en Abundancia.

Deseamos acompañaros en vuestros caos dadores de vida si no los metes en el congelador. Deseamos decirte que el Espíritu es el que aletea en tí y esto es preludio de tormenta que regará desiertos y llenará pozos y fuentes secos de espiritualidad y Vida.

¡Buen verano!

Magda Bennásar Oliver, sfcc

Un comentario en “EL EFECTO MARIPOSA

  1. Pienso y recojo la experiencia del verano pasado a este verano, mi vida era un caos entre sentimientos encontrados por dejar y soltar como por alzar y comenzar un nuevo aprendizaje, una nueva comunidad. La Comunidad de Magdala es eso un remanso de paz donde el silencio me lleva a ese revuelo, a ese remover, desinstalar e ir y volar por otros caminos en busca de nuevos horizontes.

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