Todo acontecimiento importante tiene éxito, normalmente, si ha tenido una buena preparación, una buena estrategia.
Me dirijo más directamente a las personas que os habéis aventurado a profundizar en la experiencia de Jesús que nos presenta San Marcos.
Reconozco que la primera sesión fue de un impacto importante en muchas de nuestras vidas. Lo importante y nuclear es lo que tratamos de compartir; los detalles de fechas, lugares geográficos e históricos…se pueden leer en la introducción al Evangelio en nuestras Biblias.
Lo que nos ocupa es la experiencia de Jesús, según la interpreta Marcos, porque nos adentra en su interioridad y no sólo en lo que hizo, porque lo que tenemos que comprender es por qué hizo lo que hizo, de qué fuente bebía…
Nos estamos preparando para la segunda sesión, un lujo en forma de retiro de inicio de este tiempo maravilloso que es la Cuaresma. Todo tiene sentido y nutre cuando se entiende y se despoja del polvo de sacristía vieja y se saca al sol del desierto, donde Jesús pasó tiempo reviviendo la experiencia del Exodo y la nuestra.
¿Cómo me preparo para un tiempo fuerte, de silencio, Palabra y comunidad? Cada persona, de este discipulado de iguales es muy libre de priorizar según sus posibilidades, pero, si quieres que te ayude el retiro, tanto si lo haces presencial como online, te invito a prepararlo ya, con descanso adecuado, respiración consciente, espacios de contacto con la Palabra y con la comunidad que te acompaña, para que al llegar ahí no tengas que hacer curas de emergencia que ralentizan el proceso de entrar y experimentar.
No vamos a un retiro para descansar ni para ver a la gente, primordialmente, aunque ambas cosas se den y sean geniales.
Si vamos o hacemos un retiro es porque nos han invitado desde dentro, y se nos espera con la ilusión que se espera un hijx o amigx de verdad, que hace tiempo deseas abrazar y compartir, a fondo.
Pasear por la naturaleza, agarrados de los hombros y compartiendo tanto que bulle dentro.
Estar juntos con la palabra que nos has dirigido, hoy a nosotrxs, para en silencio compartirla, o discutirla…siempre bajo la mirada que excluye otras miradas menos importantes y que tanto nos distraen.
Y algo, bastante poco frecuente hoy, tener una comunidad de iguales, que al atardecer, como aquel jueves del pan y el agua en los pies, se reúne para compartir tu paso por nuestra vida, bajo la mirada transparente de otras discípulas, igualmente en camino, y también cargadas de esperanza y sueños por revivir tu sueño hoy.
Reconozco que tenemos un tesoro, no me preocupa que lo llevemos en vasijas de barro, algo a lo que el patriarcado nos hizo poner tanta atención, al barro que somos, sobre todo las mujeres -según ellos- sí me ilusiona profundamente, que un grupo de discípulas y algún discípulo, vayamos a descubrir Vivo al que la sociedad no conoce, y la institución tantas veces eclipsa con sus egos mitrados y demás.
Es nuestro tesoro y nuestra responsabilidad mantener Vivo al que es la Vida. A eso vamos, a eso estamos invitadas.
Por ello, os sugiero un entrenamiento diario, antes de pretender escalar la pendiente, de parar, hacer silencio, profundizar, pues igual cuando nos vayamos digas, ahora empezaba a centrarme, y si puedes prevenir, tu mesa y tu invitado estarán dispuestos a tiempo para el encuentro.
Respiración consciente, presencia consciente, silencio consciente, naturaleza, sencillez, bondad, generosidad…frente a los tambores de guerra que nos quieren despistar del ya agotador virus y progresivo cambio climático.
No nos dejemos llevar por los miedos, que es una manera de control. Seamos fuertemente pacifistas y consecuentes con nuestras opciones, el resto…no está en nuestras manos, sí el presente, sí como vivo, sí como amo, sí como oro, sí como me preparo para el momento presente.
¡Qué ganas de vernos!
Magda Bennásar Oliver, SFCC