Estos días contemplamos atónitas como un terremoto se ha llevado cerca de 50.000 vidas en un abrir y cerrar de ojos. Reconozco estar de duelo, por ellos y ellas, por los irresponsables en sus profesiones, por la guerra que amenaza en convertirse en esa temida tercera guerra mundial, que poco a poco se va filtrando y se trata de contener con envíos masivos de más y más medios de muerte, en lugar de poder usarlos para la salud, educación, sanación del planeta.
Duelo por el daño causado además y más globalmente a la naturaleza; es una guerra la que seguimos perpetrando contra la biodiversidad, contra la base de la vida-bios y de la dignidad humana.
Y de entre esos escombros de destrucción emerge, de vez en cuando, una niña. También emerge la niña que tenemos dentro y que como ella, la de Siria y Turquía, ella también quiere vivir, a pesar de lo que le rodea y sobretodo para reconstruir un poco lo destruido.
Podría ser la historia de muchas de nosotras mujeres que entramos en comunidades religiosas o institutos de vida consagrada, y por diferentes hecatombes la dejamos, pero no hemos dejado nuestro discipulado, nuestra alianza para siempre con el Resucitado. El que nos llamó, convocó, enamoró, sigue llamándonos, enamorándonos y convocándonos. Y nosotras y nosotros le respondemos con la vida.
Carmen y yo tenemos la suerte de haber encontrado una segunda comunidad : ecuménica, abierta, sin propiedades ni jerarquía cuyo carisma es “Que todo sea Uno”.
En nosotras se une el carisma anterior que forma parte de nuestro ADN: orar, enseñar a orar a través de una comunicación-predicación en todos los medios y formas que se nos ocurren, actualizando continuamente la teología estudiada con rigor, con el nuevo carisma de hace 5 años.
La otra orilla se acerca cuando nos lanzamos al río, o al mar.Otro modo de discipulado consagrado, es decir con una alianza de amor vivo, es posible, sin el freno de la institución, o por lo menos que esta sea menos determinante.
Las estructuras son medios que pueden canalizar o no nuestra llamada. Merece la pena valorarlo, sólo tenemos una vida y no es bueno pasarla molestas con la congregación o demasiado solas, sin comunidad para compartir en sororidad y fraternidad.
Cuando Lillana Kopp, la religiosa que empezó nuestra comunidad actual, después del Concilio, soñaba con una comunidad abierta a los cinco continentes para personas que o bien venían de otras comunidades o buscaban una que respondiera al post-concilio pensaba en nosotrxs, fue profeta y lo sigue siendo.
Una pincelada sobre cómo vemos la vida consagrada de las personas que vivimos apasionadamente nuestra llamada:
-personas maduras que no dependen de otras para su sustento material y emocional
-personas afectivamente sanas, capaces de crear vínculos que creen una sinergia de vida en una suma de talentos y capacidades-carismas, que hoy necesita la iglesia de Jesús, desesperadamente.
-personas que no inviertan toda su energía en luchar por lo que la iglesia patriarcal no nos da: la ordenación, o…sino que vivan el presente ya a tope, ejerciendo el ser “sacerdotes, profetas y maestras de interioridad” hoy, uniéndonos para crear espacios presenciales y online de vida.
-personas libres, alegres, enamoradas, despejadas y generosas con sus talentos, su tiempo y sus ganas de hacer comunidad también online.
Hay mucho más. Seguiremos a nivel más personal. Te invitamos a ponerte en contacto si te interesa ese debate, diálogo, compartir. Te pediríamos que comprendas que para acoger a las más jóvenes nos concentremos en personas de 70 más o menos, para abajo.
Nuestra idea sería crear un espacio virtual de compartir y conocernos y tirar del hilo…una vez al mes o según posibilidades de las personas interesadas. De hecho algunas de nosotras ya hemos iniciado estos encuentros online, con alguna ex-religiosa de México, una recién laica consagrada de Madrid, nosotras…y tú, si te sientes convocada. Deciros que además de compartir también nos reímos mucho. Y cuando podemos nos encontramos presencialmente en España, de momento.
Para saber más te pedimos que no nos lo pidas a distancia, porque no sabemos quien eres, puede ser un anciano que tiene curiosidad, como una superiora que tiene miedo…ponte en contacto a través de Whats App: 654 45 22 28 Carmen y Magda 629 39 05 10.
Que todxs seamos unx en nuestra maravillosa diversidad. Profunda mirada para iniciar esta Cuaresma que podríamos enfocar, como el bambú, en nutrirnos por dentro, en fortalecernos entre nosotrxs para ser Luz y Vida, como nuestro Maestro. Y darle cancha a la niña que tenemos dentro, para que colabore en la reconstrucción de una vocación que se ha ido aguando con el tiempo y hoy tiene nueva Vida, la Ruah del Resucitado a través de nuestra fidelidad.
¡Qué ganas de conocernos!
Magda Bennásar Oliver, sfcc
Me encanta vuestra mirada sobre cómo entendéis la vida consagrada en vuestra comunidad. Me sirve de referente, de guía en este caminar ya de año y medio en la Comunidad de Magdala.Que gran ejemplo el del bambú, para seguir, paso a paso, sin prisa pero sin pausa; con el anhelo de descubrir los frutos del silencio, de la escucha, de lo que puede pasar si no desisto. Que todxs seamos unx en nuestra maravillosa diversidad. Un abrazo sororal. Marisa. C. Magdala