Estas y varias consignas son las que acompañan el movimiento por la vida en defensa del Territorio. El Sur en nuestro México es una tierra fértil donde crece la milpa, donde alrededor de los aguajes y los ríos las personas se hacen pueblo, en torno al agua nace y crece la vida, sin el agua sabemos que no vamos a sobrevivir, por eso acompañar y sumarnos a estas marchas y bloqueos intermitentes de carreteras son una manera para decirle a nuestros gobiernos basta de expropiar la tierra para sus megaproyectos, basta de entregar el agua a las empresas transnacionales. En las Comunidades Indígenas la tierra tiene un valor muy especial, ahí se nace, se crece y al final de nuestras vidas volvemos a ella.
Patricia de Jesús Torres, comunidad de Magdala
