Foto nuestra
Este es un tiempo que importa. Importa porque trae sentido, ilumina rincones olvidados, nos pone cara a cara con lo mejor de nosotras.
Cuando te pones a orar en el silencio de tu habitación, recogida, en esa cuevita que solo tú conoces ¿hay algo que se mueve en ti? ¿hay alguna invitación de la Ruah a retomar tus sueños, a seguir el rastro de las estrellas?
Hace unos días publicabamos una felicitación nuestra que muy poca gente ha leído. No se entendió, creemos, que Transición es lo mismo que Navidad.
Ahí decíamos:
Los textos del evangelio utilizan un lenguaje que puede parecer un poco infantil, a veces, y es que, efectivamente, se trata de eso. Los corazones abiertos, dóciles, amables, perciben el misterio. Intuyen que es cosa del Espíritu lo que transita la historia y la vida.
Y ahí conecto con esa palabra: transitar, transición. Una de las características de la comunidad a la que pertenecemos, SFCC, es que se propone, también, como lugar de transición. Las personas que la formamos venimos de otras comunidades. SFCC se propone además de comunidad a la que puedes pertenecer de por vida, como camino o transición mientras la persona discierne en libertad su futuro, en un mundo, el de la vida consagrada, que busca certezas y compromisos estables y definitivos. Y eso, no siempre funciona.
Espacio de transición es lo que puede significar Belén-casa del pan-, lugar de nuevos nacimientos en los márgenes de las seguridades y leyes que buscan atar algo que no puede atarse, que es la libertad humana en constante proceso.
Belén ofrece , por un tiempo, un refugio y un hogar, pero pronto, el Espíritu les indica otro camino, les desinstala de la seguridad de la cueva, por insignificante y pobre que esta sea.
Lo único estable es la fidelidad al Dios de Jesús, y la suya a la creación entera. El Abba que indica caminos a través de ángeles o de sueños, todo, por cierto, muy poco palpable, y ese Dios Abba abre senderos en la dificultad; no autovías sino senderos que sólo vislumbran los humildes.
Transición, evolución, proceso, camino. Todo indica movimiento, experiencia de Vida en la inseguridad humana. Experiencia de amor en el dolor que también transita a través de la enfermedad, de la soledad, del desconcierto.
En nuestras comunidades, además de a la que pertenecemos SFCC, desde nuestro trabajo y compromiso han surgido otras: comunidad de espiritualidad integradora; comunidad de Magdala; comunidad de mujeres en transición de otras comunidades religiosas, en español; comunidad de meditadorxs; grupo de lectura… en cada uno de estos espacios tratamos de proponer la transición hacia una profundización de las experiencias de fidelidad que cada una tiene y tal vez no valora lo suficiente.
Y todo, como en la cueva, envuelto en el silencio que nos dispone al Shemá, a la escucha de su Palabra. Palabra que toma forma en lo femenino de cada ser abierto a transitar.
Te deseamos una buena transición hacia lo evangélico, hacia ser constructor@s de paz y de reino.
Y si quieres transitar con nosotras, hay sitio, hay respeto, hay acogida.
Feliz Transición o lo que es lo mismo, Feliz Navidad.
Espiritualidad integradora cristiana

