Fuerza interior

 

 

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Fuerza interior es el término con el cual deseo expresar no una definición sino una experiencia personal y comunitaria del Espíritu, en hebreo “Ruah”.

En el ciclo Pascual es la culminación de una experiencia de Vida, que paso a paso, se nos va narrando y ayudando a comprender para que nos sirva en nuestro día a día, con sus alegrías y tristezas.

Os invito encarecidamente a que hoy, ahora, cuando tengas un rato sereno, silencies el móvil y todo lo que puedas de afuera y de adentro y despacio te centres en tu respiración y vayas sumergiéndote en tu interioridad para, sin más texto que tu vivencia de años de la Ruah, del Espíritu de Jesús Resucitado, Vivo en ti y a tu alrededor, te dejes sentir e invadir.

¿Sentir? Sí, tú eres el texto vivo, la experiencia existencial de Dios. La Palabra nos ilumina, orienta…pero tú y yo encarnamos la Vida de Dios, por ello, con el texto de Ezequiel 37: 1-14, visualiza, escucha en tu interior, y deja fluir en ti la Ruah de Dios, sin más y sin menos.

¿Invadir? Por su fuerza, por su bondad, por su sabiduría, por su presencia, por sus regalos-dones, por sus carismas para ti, para tu entorno…

Y, puedes decir ¿cómo sé que lo que experimento es del Espíritu de Dios  y no imaginaciones mías o proyecciones…?

Te cuento brevemente mi último Pentecostés, no de calendario litúrgico, sino sobre mi vida, para no ser teórica, por si te sirve.

Llevaba años buscando una comunidad con la que vivir y sentir lo que con la que tenía llevaba mucho tiempo sin poder: vida, esperanza, presencia, cariño…futuro. ¿La comunidad era mala? Para nada, mi proceso vital se había enriquecido con vivencias que dejaron de encajar en aquel molde.

Mi espíritu buscaba una comunidad que apoyara la labor de Dios en mí, y yo en ellas. Un espacio vital donde crecer y dejar crecer. Donde desde la libertad y responsabilidad total pudiera dar respuesta a las necesidades que veo, siento, experimento hoy, contrastado con mujeres potentes, preparadas y dóciles al Espíritu.

Hace poco más de un año, el Espíritu me habló, a través de internet, de páginas web…me dirigió a una comunidad que hoy ya es mi comunidad. Al descubrir su web y adentrarme en ella, fue una revelación, un Pentecostés que en mí marcó un antes y un después.

¿Por qué?  Porque sus tres ejes fundamentales me cautivaron por ser una respuesta al mundo de hoy según lo conozco y experimento:

-Respeto total a la persona, al Espíritu en la persona. A su libertad y crecimiento, a su desarrollo y Vida.

-Apoyo total a la persona, para la comunidad, no para un auto enriquecimiento, sino para una entrega absoluta de lo que eres y has recibido a manos llenas, con cariño, generosidad, radicalidad.

-Comunicación continúa a través de los medios de hoy: siempre que se pueda presencial: reuniones periódicas regionales y locales. Encuentro internacional todos los años en verano en diferentes lugares para facilitar la participación de todos los miembros.

Revista interna con participación de todos los grupos e información detallada de las asambleas, encuentros regionales, proyectos, propuestas, nuevos miembros, necesidades…

Todos los días comunicación desde todas las diversas redes: internet, app, blogs…

Podemos compartir nuestra experiencia de Pascua “online”. Propusimos a nuestra región Benelux, preparar una pascua juntas, cada una en su lengua. El trabajo fue inmenso, pero ahí está en thisisexciting.org, en tres idiomas, diversa, rica, un auténtico fluir del Espíritu. Una experiencia increíble, sin más programación que la vivencia de cada una, y la suficiente humildad de todas atrevernos a compartir y publicar lo vivido. Hubo más de 3000 entradas desde los cinco continentes. Suficiente para hacernos sentir humildes ante la grandeza de Dios, y ricas ante lo que pone en nuestras manos.

A continuación os ponemos la web que cambió nuestra vida. La tradujimos al español enseguida para que os pudiera beneficiar. Responde a los signos de hoy: internacional, ecuménica, no canónica, profética… Hay un grupo de mujeres consagradas y hombres, otro grupo importante de Afiliadas y Afiliados.

Sfccinternational.org

En nuestra web espiritualidadintegradoracristiana.com traducida y colgada en la pestaña sfcc.

Es una invitación a hacer Pentecostés, a ser cambio y vida nueva para muchos.

Magda Bennásar Oliver

SHEMA: ESCUCHA (HIJA)

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Preciosa y temblorosa voz la que intuyo cuando en el silencio dejo emerger el misterio.

La llamada del Dios de Jesús a su pueblo, a su comunidad, a cada hija e hijo es a ESCUCHAR. El maravilloso Shema que repiten y veneran nuestros hermanos judíos, y que estuvo en labios de Jesús miles de veces a lo largo de su vida. En sus labios sí, como buen judío que era, pero sobre todo en su vida, como un hecho.

 De Jesús hablamos más de su Palabra y de sus hechos, lo que “hizo y dijo”. Cuando hablamos del “hacer” nos fijamos, en sus curaciones, sus gestos elocuentes como partir el pan, multiplicarlo, repartirlo, lavar los pies de los discípulos, devolver vida y fuerza a personas aquejadas por enfermedades todas indicativas de “ausencias”: falta de energía en las piernas, en la vista, oído, corazón, sangre…visto así impresiona.

Y lo que dijo, los textos canónicos y apócrifos, estudiados, rezados, repetidos a diario en cientos de miles de liturgias, de corazones orantes, de estudiosos enamorados de la Palabra…

De Jesús hablamos muy poco de su escucha. Jesús es Shemá en su más pura esencia. Aunque parece que habló mucho, siempre cuestiona esa etapa tan larga, antes de su Bautismo, en la que parece que vivía una vida normal, cuya guía fue, creo poder decir, la fidelidad al Shemá.

Jesús escucha a su Abba, a la realidad social y religiosa y sigue escuchando. Y porque escucha se convierte en un buscador, y encuentra a Juan en el desierto y escucha. Después de un tiempo toma una decisión y se deja bautizar por Juan, e inmediatamente es guiado al desierto a escuchar.

El motor de los movimientos de Jesús es la escucha a los textos y al latido de la vida.

Como a Él es la escucha lo que nos posibilita la entrada en el misterio. La escucha es como un sacramento que nos unge para la trayectoria. Para nuestra Pascua, nuestro paso de pequeñas o grandes esclavitudes: maneras de pensar, opiniones anquilosadas a veces inamovibles sobre Dios, las personas, la moral…hacia la empatía, que es la meta. La empatía no es un lugar físico, es un estado del alma que ha descubierto la felicidad.

Esta no consiste en estar yo bien, sino en estar en comunión con todo, en descubrir que somos uno, que estamos conectados, que somos unos de otros, que posiblemente pase por nuestros pulmones oxígeno que pasó por el resto de la humanidad, que somos polvo de estrellas, luego pertenecemos al infinito, al cosmos y disfrutamos mirando las estrellas. Somos familia.

De nuevo la salida del sol de esta mañana no he podido sino sacar la foto, igual que del niño que vi ayer, o del color cambiable del mar que estos días puedo contemplar, de paso y enamorada de su belleza.

Escuchar a todo y a todos, es una melodía infinitamente bella y dolorosa a la vez porque la empatía, la escucha, nos conduce al centro mismo del dolor, que como un imán atrae al corazón compasivo.

Si escucho oigo el grito del planeta que como hermana violada me muestra su herida, me susurra su trauma. No es el plástico, no,  es el corazón plastificado de algunos que siguen violando, uno tras otro, hasta el agotamiento, a nuestra hermana, a nuestra madre tierra, de la que todos dependemos.

Si escucho, oigo el dolor infinito de nostalgia y ausencia en refugiados, en pateras y más pateras que como ataúdes en potencia cruzan nuestros mares. Y ahora, con el buen tiempo…como una procesión sin cofradías y sin joyas que la embellezcan, ahí están, de nuevo, desesperados por vivir.

 ¿Imaginas a tu hija o hermana o nieta embarazada cruzando sin rumbo seguro, en una pequeña embarcación, días y más días en altamar, después de haber vendido todo para llegar a un lugar donde su hija o hijo nazca y tenga derecho a lo mínimo para seguir siendo humano?

¿Te la imaginas siendo violada y maltratada por los mismos que le han cobrado todo lo que la familia tenía para costearse el viaje? Y si consigue llegar, formará parte de una población no deseada, que la mayoría todavía considera aprovechada…o será deportada, arruinada, violada y olvidada.

Escuchar es peligroso. Y es liberador. Escuchar es conectar con el latido de todo y sentir que hay que ser personas de pascua. De paso hacia, personas capaces de soltar para acoger, para abrazar y acompañar.

La vida no es un misterio para aquellos que eligen caminos seguros. Mi vida comienza a sentir el misterio cuando escucha-empatiza con la realidad y de su mano me dejo introducir en el otro nivel; el del Shemá, el de la escucha del latido de todo.

Estamos en pleno tiempo Pascual, los creyentes sabemos que ahora la comunidad cristiana católica, no todas las cristianas lo celebran así, estamos esperando Pentecostés.

Os animo a que nos hagamos mujeres y hombres de Shemá, de escucha. Dejar que se nos contagie el largo tiempo que Jesús dedicó a escuchar. Dejar que este aspecto de nuestra esencia cristiana configure más y más nuestra realidad.

Tenemos un largo recorrido por delante. Pero las cosas de Dios tienen otro ritmo al lógico. A veces irrumpen, como un viento impetuoso. A veces el susurro se prolonga tanto que parece deja de existir.

Hace unas semanas tuve que cambiar de móvil porque no conectaba si no tenía el registro que requería la geografía. Lección aprendida. Si quiero estar bajo cobertura, incluida el roaming, tengo que adaptarme. Empatizar es escuchar, no es oír de lejos, es conectar mínimo 4G. Es decir, poner de mi parte tiempo y energía para no tener una conexión intermitente y de poca calidad. Tal vez hay que conectar el wifi. Pedir ayuda, salir del articulito semanal… y abrirnos al Espíritu, en directo. Ella sí empatiza.

Magda Bennásar Oliver

 

 

 

 

EL MAR, la Luz y la Risa

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El  mar cambia de color según la luz. Si tienes la oportunidad, fíjate en la intensidad y diversidad de sus colores y contempla la causa.

También los ojos, nuestros ojos, cambian de color según la intensidad de la luz exterior y también interior. El brillo del mar y el de los ojos es el resultado de una experiencia de luz, de una luz que se acoge de dentro afuera y de afuera adentro.

Dicen los científicos que somos fruto de la luz, que gracias a ella se da la evolución…

Si algo caracteriza este Tiempo de Pascua es que la comunidad cristiana nos invita a recibir la Luz para comprender lo vivido: lo sufrido, lo amado, lo perdido, lo recibido, el presente y el futuro…es decir, ver y descubrir nuestra propia evolución como seres humanos fieles a la luz de la Vida que es El y seguir acogiéndola para hoy y para mañana.

Como el mar, también cambia de color la percepción de lo vivido, según la luz. Si alumbro con mi inteligencia crítica, perfeccionista…mi mar está grisáceo porque no salgo de las nubes de mis exigencias.

Si alumbro con las opiniones de los demás me someto a su luz, que posiblemente, como la mía, está condicionada por miedos, dudas e inseguridades…

El Resucitado trae una luz que cruza el umbral de las cientos de muertes y apagones que la vida tiene, y desde su luz tu mar, mi mar, recobra el azul intenso, el color y calor que da sentido y brillo a nuestra vida.

La persona cristiana tiene luz porque la recibe del Cristo que habita dentro. El movimiento ocurre de afuera a dentro: la Palabra, la Naturaleza, la Comunidad…y de dentro hacia afuera: la experiencia, el cariño, la reconciliación, la alegría por  la convivencia con el Cristo que habita en ti y hace que transmitas su luz, su risa, su empatía, su silencio, su brillo achispado cuando acoges y danzas como las matriarcas, llena de liberación.

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Mirar la realidad desde la Luz cambia el color y la apreciación de todo. Es vivir lo mismo pero con una energía renovada. Tal vez es una sencilla experiencia de sosiego interior que transmites con ternura a los tuyos. Tal vez, con su luz, te “ves” capaz de activar lo paralizado o de desechar lo que te hace estéril…y reírte con Sara, ¿de alegría? ante un anuncio que traspasa toda lógica pero es capaz de poner brillo y color a la vida de una mujer estéril, mayor, y triste por una esterilidad ya irreversible que la hacía sentir inferior desde los parámetros de su tiempo. (Gn 18,13-14).

No son las posibilidades de Sara, estéril, las que están en juego, sino las de Dios. De pronto esa Palabra trae luz y vida, y hace evolucionar la vida que aplasta con sus límites y transporta a Sara, a todas las “Saras” de la historia, a una dimensión que se experimenta cuando dejamos entrar la Luz de la Palabra: “tendrás un hijo”

¿Y eso? ¿Qué lenguaje es este? Es una palabra que ilumina la esterilidad ya crónica otorgándole la energía de la Vida que viene de otro y que se nos regala a manos llenas siempre, en todo lugar, en cualquier circunstancia.

 Esa vida regalada, nos permite comprender que el seguimiento del Resucitado no es una creencia sino una vida iluminada paso a paso, en la tiniebla del día a día, por su Luz que fecunda lo estéril.

Al final todo es muy rápido. La vida parece que es muy larga, y es sólo una percepción. La vida es hoy. ¿Con color?  ¿Con fecundidad?

Si espero que cambien las cosas…pierdo el color del momento, la belleza de ese ángulo que ahora contemplo y antes no veía porque le daba la sombra cuando dudaba. Si no descubro la luz de Dios en la mirada del que llama a mi tienda, a mi vulnerabilidad con su Luz…no he experimentado la Resurrección.

Cuando a la luz y calor de su Palabra sientes que algo se mueve en ti, este es el hijo de la promesa, la fuerza de Dios resucitando, levantando lo estéril, lo incrédulo, lo cronificado y esclerotizado.

Jesús Resucitado no inicia una institución que tiene que prolongarse en el tiempo…Jesús inicia un movimiento de Vida, de Luz, de Fecundidad.

 Los y las que se arriman a él no es por cultura o costumbre, sino por decisión madura de optar por su Luz por encima de las otras.

Yo creo que el Resucitado me/nos invita a seguir con su Luz y Vida formando comunidades que no se queden atrapadas en las opacidades  institucionales.

No es lo mismo identificarse con el Resucitado y la comunidad que se forma alrededor de esa experiencia,  que hacerlo con una institución.

 El pueblo de Dios lo forman aquellas personas guiadas por su Luz, dispuestas a cambiar de rumbo según la Luz.

De ahí la importancia de acoger la Luz. Todo depende de ella. No la escondas dirá el evangelio; sin ella caminamos en tinieblas.

La Luz trae fecundidad, es como un quitamiedos en alta montaña, de pronto te sientes segura. La subida sigue siendo empinada pero hay Luz y esa luz nos protege.

¿Qué sería el mar sin luz? Una terrible masa oscura que infundiría miedo incluso pavor…

¿Qué es una vida sin Vida?

El mar con luz es una maravilla inexplicable que no te cansas de mirar, de tocar, de sentir, de sumergirte en él, de sentirte parte de él, de alimentarte de él, de curarte, descansar, divertirte en él…y todo porque se deja iluminar por la Luz.

Así nuestra vida. ¿Te imaginas?

Acoge la Luz: la necesitamos, compártela. Seremos como el mar, que las personas estarán a gusto y no hará falta explicar…porque con la Luz, SOMOS. ESTAMOS VIVOS Y VIVAS.

Y con la risa por la alegría de la fecundidad más allá de toda impuesta esterilidad…una pascua, ciertamente.

Feliz y bendito (bien dicho) Tiempo Pascual.

Magda Bennásar Oliver

 

 

Your song projects

http://www.yoursongprojects.nl

El 16 de enero de 2009, se estableció Your Song Projects como una fundación sin ánimo de lucro. La iniciativa tomada en 2003 por Teresa Takken y su compañía Your Song Projects se convirtió en una fundación. Una fundación que mueve y empodera a otros con la música, las ideas y el trabajo de Teresa Takken. Las ganancias de la venta de “Démonos esperanza”, Volumen 1, apoyarán la reconstrucción de la aldea Bulale en Tanzania, África Oriental.

Con el CD “Démonos esperanza”, Volumen 2, deseamos aumentar la conciencia pública sobre el tráfico internacional de personas: la venta, el maltrato y el abuso (sexual) ,a menudo en confinamiento y el trabajo forzado de seres humanos. Todos los beneficios de este proyecto apoyan a Different & Equal, un refugio de recuperación en Albania para las víctimas de la trata de personas.

Si quieres adquirir CDs ponte en contacto con nosotras.

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