Urdir puede significar dos cosas fundamentalmente: urdir un plan, tramar algo, pensar y preparar con cautela algo bueno o menos bueno y también PREPARAR LOS HILOS PARA PASARLOS AL TELAR.
Nosotras nos fijamos en esos hilos y esos telares. Sugerente la imagen y llena de posibilidades.
Ese telar es una comunicación, una relación en la que los diferentes hilos, maravillosos hilos de diferentes lanas, de diferentes animales que nos las han entregado y que gracias a pigmentos de la naturaleza se pueden teñir y conseguir maravillas de colores que combinados, son una obra de arte.
Cada hilo, cada color, cada tejedora, diferente. Crear el reino, ser Dichosas a lo Evangelio supone urdir sí, preparar esos hilos, con respeto y cariño.
Necesitamos actualizar el Blog, y necesitamos que quien quiera y pueda se sienta parte de ello. Todo en el Universo tiene coherencia y consistencia porque está relacionado y cada mota de vida ocupa su lugar. Cada hilo tiene su lugar en el telar.
No estamos diseñados para consumir, sino para relacionarnos. Este es el objetivo de esta actualización de nuestro blog. Casi mil personas suscritas además de reenvíos y muy poca comunicación, participación, tejido.
Como me decía una amiga y hermana de comunidad, gracias a este blog muchxs de lxs que estamos os hemos conocido. Y así seguirá.
Nosotras somos gente humilde, que luchamos como cosacas para sacar adelante proyectos que lleguen al mundo de hoy. No pudimos sacar doctorados en teología porque era caro todo y teníamos que trabajar para pagarnos estudios y alquiler y comida…a la vez que compartíamos con los más pobres, recién llegados a California y a Boston en diferentes momentos.
Esos jóvenes, sin decírselo, empezaron un fondo para ayudar con alquileres de lugares que ocupábamos todos y también para colaborar con las matrículas de otros jóvenes que no podían pagarlas porque mandaban todo a sus países, para que su gente comiera y tuviera ropa y zapatos.
Recuerdo a Felipe, morenito y de sonrisa muy blanca, salvadoreño, huido de su país porque sufría el trauma de haber tenido que disparar a alguien o le disparaban a él y a su familia.
Llegó a Boston descalzo. Nunca había tenido zapatos. Era listo como el aire. Ahora venía a las reuniones muy calzado, hasta que nos dimos cuenta que casi todas las semanas estrenaba calzado, el pobre no se saciaba de calzarse botas buenas, porque ahora podía.
Cuando Felipe y cientos más entraron en la Palabra de Dios acompañada por nosotras…cuando empezaron a orar…todavía me emociona recordarlo. Todos los sábados en la parroquia de Waltham, en Boston, el párroco un encanto de varón comprometido hasta las cejas facilitó todo para que estas personas y sus amigas y familia y amigos puedieran formar comunidad cristiana en español.
Ahora su calzado era la Palabra de Dios y la comunidad y la pizza de después y la acogida a otrxs que iban llegando y entre todxs les buscábamos trabajo y casa…y sobre todo seguían en el grupo porque nos relacionábamos de tú a tú. Donde no todos eran hispanos, sino que había mexicanos, guatemaltecos, salvadoreños…con dignidad y respetando la diversidad, como los hilos de nuestro telar.
Comprenderéis que parece ideal, pero también ocurrió con familias uruguayas y argentinas en Sydney, todos juntos, unos acompañando a los mayores en su formación , otros con los pequeños y adolescentes montando teatros, coros, chocolatadas y todos de excursión en comunidad, invitando a amigos y conocidos. Era una fiesta, y cuando iban al mercado pasaban por casa y dejaban tomates o lentejas y un pollo… compartíamos bienes.
Relacionarnos es urdir esos hilos. El colmo, y ya me callo, lo vivimos en Boston. Carmen estudiaba Teología y era caríiiisimo. Una señora conocida (un ángel) un día nos dice si le podíamos guardar un dinero en un armario porque no quería tenerlo en casa. Pasó el tiempo, y al recordárselo nos dice, hermanas ¿pueden usarlo? Al abrir aquel sobre era la cantidad exacta que nos faltaba para cubrir la carrera de Carmen, que íbamos pagando a trompicones. Ni un dólar de más ni de menos…
Yo ese día aprendí a ser humilde. Cuando la gente duda de la existencia de Dios es porque no ha conocido personas buenas, que les capacitan y empoderan. Y ese es el enredo en el que queremos seguir: urdiendo esos hilos, para que nos comuniquemos un poco más, salgamos de los armarios del individualismo y la autosuficiencia y nos calcemos de bienavanturanzas y comunidad.
Ese es el plan, que la riqueza internacional que somos las personas que entramos en el blog no se quede en un usar y descartar para ir a otro texto y otro…sino que ese blog sea un poco comunidad. Sea un poco calzado para quien lo desee.
Y apreciamos colaboraciones, por justicia y también por dignidad.
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