Granja ecológica San Carlos, Filipinas
“Formo parte del grupo de Líderes Jóvenes, entendido como servicio, y la agricultura es nuestra ocupación más sabia “, dice la camiseta de la chica en la primera foto presentada en este mosaico.
Las personas asiduas a este blog ya conocéis esta realidad de jóvenes filipinos que viven y trabajan en esta granja ecológica llevada por dos hermanas Para la Comunidad Cristiana. Su programa se llama literalmente “jóvenes siervos líderes”, porque es verdad que la formación que reciben en todos los sentidos les convertirán en líderes en sus comunidades, pero líderes al estilo de Jesús, potenciando los talentos de cada persona para poder construir comunidades de vida.
Además de los estudios propios de la edad, están aprendiendo de la sabiduría que da el plantar la semilla y esperar a que crezca, del cuidar, abonar la tierra, aprenden que es lo que ella da espontáneamente sin que la manipulemos. Y experimentan que, trabajando los productos que ella nos ofrece podemos crear con nuestra imaginación otros, más elaborados, que les ayudarán con sus gastos y beneficiarán a muchas personas que viven en las proximidades de la granja.
Las hermanas, Cáritas Manila, nosotrxs y muchxs otrxs, invertimos en estos grupos de jóvenes para que se formen en esa sabiduría que da el cultivar la tierra con otrxs, en la convivencia como comunidad cristiana, y que cuando acaben su formación puedan transmitir no solo conocimientos, o buscar la mejor manera de hacer dinero sino todo lo que han aprendido sobre la gratuidad, el trabajo en equipo, la solidaridad.
En el último envío que hicimos hace unos días, Alma nos decía, con este dinero me voy a comprar arroz. La tierra no es apropiada para cultivarlo pero sí que da plátanos y eso complementa la dieta diaria de mucha gente.
Aprender a comer lo que da la tierra, comprar productos kilómetro cero, saber que lo que produce la tierra en cada lugar tiene los nutrientes que necesitamos para vivir con salud…son lecciones básicas que necesitamos aprender para vivir de manera sostenible.
Gracias por enseñarnos a vivir de una manera frugal pero no por ello menos plena.
Carmen Notario, SFCC