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El mes de Septiembre, entre muchas otras cosas que empiezan, desde la orilla de lxs cuidadorxs de la Tierra, se dedica a una profundización en algún aspecto que necesita especial atención en nuestro planeta.
Desde nuestra página os invitamos a participar en algún proyecto concreto que te incluya a tí y a los tuyos, sean familiares, amigos, comunidades, espacios profesionales o todos ellos. Eso último sería maravilloso, porque como sabemos y experimentamos las cosas no van bien en la Casa Común. Y cuando en casa hay algún problema la familia se reúne y trata de solucionarlo y de apoyar.
¿Y nosotrxs qué pensamos aportar para apoyar la ralentización de la catástrofe que estamos creando?
Después de orarlo y reflexionar sobre ello, nosotras os proponemos un tema que nos puede unificar y que cada persona puede concretar con creatividad en su vida y en su entorno.
El tema general sería trabajar las diferentes hambres que sentimos y conocemos, y proponer, en nuestro entorno, alguna actividad y reflexión sobre ello.
Distribuimos el hambre general de justicia de la siguiente manera:
1. Hambre de pan de gran parte de la humanidad y en este tiempo prestamos especial atención a Gaza, aunque no solo. Hambre de seguridad de que el pan llegará: 673 millones de personas tuvieron inseguridad alimentaria en 2024 y las cifras aumentan. En Gaza el cien por cien de su población sufre hambre aguda actualmente.
2. Hambre de la Tierra de recuperarse de la enorme explotación y violación de sus derechos y de trabajar para una relación amistosa y justa con los humanos. Implementación de métodos alternativos para el cultivo…
3. Hambre de las mujeres, de los niñxs y de los pueblos indígenas de tener VOZ. Como dice el Principito ” es sólo con el corazón que podemos ver correctamente”. Es el corazón el que escuchará esas voces silenciadas u obviadas y que contienen la sabiduría del Gran Espíritu, de la Ruah
4. Hambre de nuestros corazones de ser escuchados en profundidad en la oración, en nuestras decisiones y en las acciones que tomemos. Según reciente investigación neurocientífica el corazón percibe 5000 veces más información del entorno que el cerebro.
Con estos sucintos datos para iniciar la temática te invitamos a orar, a reflexionar sobre aquello que más te llegue y asumir alguna actividad. Después de desarrollarla e implementarla te invitamos a compartirla brevemente con nosotrxs a modo de experiencia no de datos teóricos.
No te olvides de contarnos lo que hayas iniciado ya, que puede ser fuente de inspiración para muchxs y al final pertenece a la gran Sabiduría de la Tierra, Gaia.
Shalom
Espiritualidad Integradora Cristiana

