Algunas personas nos habéis preguntado últimamente cómo han afectado los tifones que han arrasado las Filipinas, a la granja ecológica que lideran nuestras hermanas en San Carlos.
El tifón deja su huella pero no desfonda a esta comunidad que repara los daños con ayuda de voluntarios y vuelve a empezar una y otra vez, las veces que haga falta, porque el proyecto merece la pena.
Con el último donativo que enviamos han podido plantar 400 árboles que ayudan a controlar las inundaciones, 100 plantas de aloe vera que ayudan a la filtración y 125 bananos.
A pesar de esto la subida del río, como consecuencia del tifón, se llevó por delante la cocina con los materiales, y el tejado de los dormitorios de los estudiantes.
Se acerca la Navidad y vemos muchas desigualdades entre países, entre comunidades de un mismo país. Mientras muchos no reparan en despilfarrar para “pasarlo lo mejor posible”, otros luchan por sobrevivir en medio del frío y la escasez.
Alma, que es quien se comunica con nosotras nunca pide. Nos cuenta, nos manda fotos y mueve nuestras conciencias.
¿Les damos un empujoncito para que puedan finalizar las obras de la cocina? Ayer ya recibimos un donativo, nosotras ya hemos preparado el nuestro. ¿Te sumas?

