Tenemos una fórmula

Nos unimos ¿cómo no ibamos a hacerlo? al día en que todos y todas deseamos erradicar toda violencia contra las mujeres, es decir toda violencia de la humanidad, porque no sólo las mujeres son víctimas de varones, también de otras mujeres. Fruto maduro de un patriarcado que nos ha enseñado a jerarquizar todo: el género, la raza, la religión, el nivel social…la jerarquización es el problema.

Arriba de la pirámide de la muerte está el varón blanco laico y ordenado. A partir de ahí, siempre el varón primero. Esta es la clave de la violencia, el cáncer a extirpar: mientras no se erradique la jerarquización, la superioridad de unos por encima de otros, la violencia seguirá y seguirá y seguirá.

Para ganarse a este varón, de arriba de todas las escalas sociales, las mujeres compiten y se causan dolor y destrucción entre ellas.

Gracias a Dios no todo es así. Hay métodos, fórmulas, pedagogías que nos educan de otra manera. Esta es la fórmula que nosotras hemos encontrado y que compartimos de diversas maneras.

Si nuestra estructura de pensamiento y de sentimiento es circular, todo se ve diferente. Haz la prueba. Vas a una conferencia, está el o la ponente arriba con el micro, tú abajo escuchando, pero nunca hablando. Lo mismo en la iglesia, en la universidad, en …es la estructura patriarcal, jerarquizada, donde el que sabe domina y el que quiere aprender no puede intervenir.

Nosotras tuvimos la suerte de estudiar Teología en Estados Unidos, con un método diferente. El alumnado participábamos de las clases, que como el profesor, preparábamos con antelación con amplias lecturas sobre el tema y el día de la clase dialogábamos sobre el tema, estando la figura del profesor para aclarar, ampliar, corregir y desarrollar, no para dominar con una perorata repetitiva que había que memorizar… Ni un examen de memoria, todo reflexión de los textos, asimilados, comparados, ampliados por artículos de diferentes tendencias para formar tu criterio.

Método circular, en todo. Si cada uno está para compartir lo recibido, sus talentos y logros, todas y todos nos enriquecemos y nada es mejor o peor, es diferente y por ello importante, genuino, único e imprescindible.

¿Cómo aplicar este método en situaciones de conflicto, de discusión, de mucha tensión?

Con el DIALOGO Contemplativo. Es una forma de hablar donde nos damos pausas para acoger lo escuchado y antes de responder reflexionarlo, sentirlo unos segundos o minutos según sea la situación, y devolverlo con paz, y con creatividad.

Esta forma de dialogar es impresionantemente efectiva, sobre todo si se hace común y no sólo si se intenta aplicar cuando todo arde. Es una forma de diálogo donde todos los miembros de la familia, de la escuela, de la comunidad…acogen, escuchan y con tranquilidad dan su opinión.

Este método fue usado por las religiosas norteamericanas cuando bajo un cardenal bastante inquisitivo fueron sometidas a una investigación violenta por parte de la institución, hace unos años. Las religiosas norteamericanas son un colectivo envejecido como todas las comunidades de occidente en general, pero muy culto. Estas mujeres levantaron muchos y diversos espacios para implementar las directrices del Concilio, sobre todo en el aspecto de Justicia Social.

Cuando se vieron invadidas sus casas, sus cuentas…por una imposición ciega de arriba, no faltaron otras religiosas que apoyaron a Roma por encima de sumar con las otras hermanas y dar una respuesta contundente. El patriarcado estaba metido en los conventos también en algunas congregaciones.

Entonces ante tanta tensión las que coordinaban el trabajo en grupos, propusieron este método: diálogo contemplativo, para llegar a conclusiones constructivas, para canalizar la ira y la desconfianza…

Y funciona. Nuestra comunidad Hermanas Para la Comunidad Cristiana, surge de modo circular, sigue de modo circular y es una experiencia preciosa. Ni una superiora, sólo personas que por turno y por regiones coordinan. Y este domingo un grupo de laicos y laicas españoles dará un paso de pertenencia, en modo circular, a esta comunidad. Iniciarán su último año de conocimiento mutuo de la comunidad para quien lo desee, el próximo año firmar su pertenencia como miembros iguales en todo.

Diálogo contemplativo, todo un reto para implementar en nuestras vidas, en nuestros entornos. No es democracia donde vence la mayoría, es igualdad donde todos contamos y somos escuchados y hasta que todos estamos en paz no avanzamos.

Así surge la sororidad y la fraternidad. Es nuestra aportación dialogante a este día tan significativo y que además de denuncia requiere respuestas.

Un fuerte abrazo sororal.

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