Preparación Liturgia Pascual

Vamos a fijarnos en algún aspecto fundante de la liturgia pascual para que nos sirva para la vida, y no nos agobie la cantidad de textos y palabra que la liturgia de hoy contiene.

 Es verdad que celebramos la Resurrección de Jesús, pero, el gran protagonista de hoy somos nosotros. Quienes son Resurrección hoy, somos nosotros. Jesús nos va por delante y ofrece unas claves ineludibles para que comprendamos el misterio de la Vida y de la muerte, para Vivir.

 Le recordamos a él, su proceso a la luz de la Historia de Salvación. Somos adultos y habremos asistido muchas veces a la Vigilia Pascual. Se narran nuestros orígenes, ahí viene plasmado también nuestro proceso como discípulas y discípulos del Resucitado.

 El peligro es vivirlo como una rutina o en el mejor de los casos, como un recuerdo. La fuerza de la Liturgia Pascual, la tiene la renovación de nuestro Bautismo. Esta es la Vida Nueva.; Este es el fuego nuevo. Otro modo de comprender todo, desde la mirada del Resucitado.

 Somos polvo de estrellas y también Hijos de Dios. Me encantaría que pudiéramos ritualizar ese nuevo nacimiento.

 Aquel año, en Los Angeles, habíamos preparado a un grupo de Catecúmenos y en esa noche espléndida, recibieron su Bautismo y otros sacramentos. Instalamos en la moderna parroquia, vecina de Beverly Hills;en Northhollywood, un barrio multicultural, una pequeña piscina.

El neófito o neófita era sumergido en el agua, de cuerpo entero, simbolizando la muerte del ego y el resurgir de las aguas a una Vida Nueva: la de hija de Dios, la de discípula amada.

 

El impacto visual, en medio de una iglesia repleta de gente de todas las razas, todos con una vela encendida, fue muy potente. Cuando la persona adulta emergía del agua, había algo de Dios en aquel cuerpo mojado, vulnerable, y emocionado hasta el límite, porque una experiencia inenarrable de amor y vida se había colado en sus venas y, hoy expresaba con todo su ser, su pertenencia y alianza a otro amor, a otra familia.

 

Toda la iglesia aplaudía varios minutos seguidos después de cada bautizo. El sentido de comunidad se percibía, la emoción se dejaba sentir, y como dice K. Ross, estos momentos se recuerdan siempre, porque la ternura de Dios se percibe, como la humana, en el cuerpo que contiene el alma.

 

Nosotras habíamos acompañado a estas personas un año entero en su formación como catecúmenos. Domingo tras domingo, sin vacaciones, recibían dos horas de formación y de compartir. Nadie faltaba, ¡era tan especial!

 

Se fue creando un vínculo de comunidad, unos apadrinaron a los nuevos neófitos, otros prepararon el templo, otros la celebración de después…y se sintieron enganchados porque la ternura arropa, la alianza se contagia.

 

Y luego, no faltaban cada domingo a la Eucaristía, esperada con muchas ganas, que culminaba con un café y donuts, con proyectos de ayuda a los emigrantes que eran todos. Sobre todo querían acoger a los recién llegados, los “mojados” como se les llama a los que recién cruzan la frontera y llegan sin nada ni nadie. Ahí estábamos, con la comunidad de neófitos, acompañando.

 

Y la gente empezó a abrir sus casas a celebrar, y a hacer barbacoas con las familias… y a invitar a amigos para que se bañaran en las aguas del bautismo recién estrenado, hecho carne a través de aquellas barbacoas que empezaron a oler y saber a Eucaristía.

 

Había alegría y lágrimas, compartiendo, como nosotros estos días, online, la vida, con palabras reales y con una mazorca de maíz en el plato. Empezaba una comunidad de Vida nueva, de Resurrección. Algunos empezaron a ir a Alcohólicos Anónimos, otros empezaron a ser catequistas de los más pequeños, otros se apuntaron a ser del equipo de los nuevos catecúmenos, otros se ofrecieron a visitar a los campesinos que trabajaban, explotados, en los campos de California…

 

Dejaron de soñar en ir a las Vegas, muy cerca de Los Angeles, o de comprarse el mejor coche… para empezar a soñar en cristiano, como José, para defender la Vida y comunicarla.

 

Una experiencia de Resurrección puede desencadenar un tsunami de Vida. Puede permear todos los ámbitos en los que nos movemos o impulsarnos a crear otros, alternativos, vivos, sencillos, vibrantes, alrededor de paellas y de acompañar en la vida, sin grandes prédicas, a los alumnos, amigas, familiares, que por la ecuación que no sabemos despejar, de pronto se predisponen y escuchan y empiezan su proceso.

 

Fijaros, estos dos años online, hemos compartido desde la entraña. La pantalla no ha frenado el Espíritu en cada una y uno de nosotras. Esto es Resurrección.¿Qué tiene esta Celebración que la hace diferente de todas las otras?

 

Empieza fuera del templo, en una hoguera, en un fuego origen de todos los fuegos que a lo largo del año se encenderán en las comunidades cristianas de todo el mundo. Este hecho nos recordará que procedemos del Fuego, y que el Fuego que sentimos cuando el Amor anda por casa, tiene su origen en los orígenes de la humanidad, que hoy recordamos y revivimos.La ternura es fuego, la Resurrección es fuego, la alianza es fuego.

 

Y hoy, cogeremos un poco de aceite de oliva, con el que condimentamos nuestros alimentos. Aceite de nuestros campos, fruto de la tierra y del trabajo de las personas que los cuidan, y nos ungiremos las manos. Online.

 

¿Por qué aceite? Para revivir nuestro Bautismo que nos unge como sacerdotes, profetas y pastores.Somos ungidos por el Resucitado, para que seamos la encarnación de su Alianza Nueva, Desposorio irrompible, presencia viva y real entre los campos, las personas, los desiertos reales y los que podamos experimentar.

 

Y para la celebración prepara tu vela blanca, un poco de aceite de tu cocina en un cuenquito y hoy sí que os invitamos a traer una copa de vino o zumo de uva, para compartir el gozo de la Vida Nueva.

 

Visualízate emergiendo de tu Jordán, mojada y vulnerable y al abrir los ojos emocionados, vernos a todos nosotros y al jardín, donde El resucita, y tú también, esperándote y abrazándote.

 

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