SI TÚ ME MIRAS

Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa

como la hierba a que bajó el rocío,

y desconocerán mi faz gloriosa

las altas cañas cuando baje al río.

Tengo vergüenza de mi boca triste,

de mi voz rota y mis rodillas rudas;

ahora que me miraste y que viniste,

me encontré pobre y me palpé desnuda.

Ninguna piedra en el camino hallaste

más desnuda de luz en la alborada

que esta mujer a la que levantaste,

porque oíste su canto, su mirada.

Yo callaré para que no conozcan

mi dicha los que pasan por el llano,

en el fulgor que da a mi frente tosca

en la tremolación que hay en mi mano…

Es noche y baja a la hierba el rocío;

mírame largo y habla con ternura,

¡que ya mañana al descender al río

lo que besaste llevará hermosura!

(G. Mistral)

Poco puedo añadir. Os invitamos a las personas indecisas, si os sentís miradas, a no esconderos detrás del miedo o la timidez.

Muchos estos días no podremos acudir a visitar a nuestros seres queridos en sus lugares de descanso, pero sí podemos acercarlos a nuestra mirada interior y recordarlos en un día de retiro online, que iniciamos esta tarde.

Si todavía te apetece, tienes ganas o curiosidad, ponte en contacto y compartiremos información: el código de entrada en los textos y grabaciones…

No nos dejemos llevar por la tristeza de estos días ni por el caos que la situación está creando en el mundo. Como dice Santa Teresa “en tiempo de desolación, no hacer mudanza”.

Permanecer firmes en la tormenta requiere de profundas raíces. Esto es lo que pretende hacer un tiempo largo, sosegado de oración.

No es necesario conectarte a las horas ofrecidas, todo está grabado y puedes escucharlo a la hora que tú puedas.

Sabemos que estáis personas de los cinco continentes conectados y por eso, por cariño y respeto a todos, no lo hacemos en vivo, sólo el compartir del sábado y a una hora que sabemos que muchos países ya han amanecido.

Esta semana nuestro humilde hogar-comunidad se ha visto enriquecido por llamadas internacionales y nacionales de personas que descubrieron la fuerza en la oración personal, y desde ahí repiensan sus carreras, su modo de enfrentar la enfermedad y la depresión, su manera de mirar a su pareja, a sus hijos, a su comunidad.

“Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa”.

¡Wow! Dejémonos mirar y acompañar. Os esperamos.