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NO VIVIMOS EL PLAN DE DIOS DESDE LA CREACIÓN Y ASÍ NOS VA

Comentario a las lecturas de la liturgia del domingo próximo, 3 de Octubre 2021

Si por mí fuera, no gastaría ni tinta ni esfuerzo en comentar unas lecturas en las que tenemos que emplear un montón de  tiempo en explicar lo que no quieren decir, y entresacar el auténtico mensaje de liberación y de vuelta a los orígenes al principio de la Creación.

Por eso, resulta muy doloroso, y quienes establecen los textos bíblicos para las lecturas litúrgicas tendrían que saberlo, volver una y otra vez a escuchar esos pasajes que no nos proporcionan un juicio moral de Jesús ante situaciones como el divorcio, porque ese no era en ningún momento su propósito, y sin embargo nos vuelven a recordar que no vivimos el ideal por el que fuimos creados: la igualdad, la mutualidad, la complementación entre los sexos.

La cuestión del evangelio del domingo se centra en la pregunta con doble intención por parte de los fariseos a Jesús sobre si le está permitido al marido repudiar a la mujer. ¿Por qué le hacen esa pregunta si saben que la ley mosaica lo permite? ¿Qué quieren, que Jesús diga que no, y “pillarle” contradiciendo la ley de Dios dada a Moisés?

Para darles respuesta Jesús se remonta al Génesis (parte del texto que se nos presenta como primera lectura de la liturgia de hoy) Gn 2: 18-24. “Dios los hizo varón y hembra por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y serán los dos un solo ser; de modo que ya no son dos, sino un solo ser”.

“Por lo obstinados que sois”… les dice Jesús os dejó escrito Moisés ese mandamiento. El plan de Dios era otro muy distinto…pero el egoísmo, la búsqueda de placer instantáneo, la falta de compromiso real en una relación de amor maduro lleva a “destrozar” la vida de tantas mujeres que a lo largo de la historia han sido y siguen siendo tratadas como objetos.

Jesús, con su predicación del Reino de Dios cimienta las relaciones humanas en el amor, en el entendimiento mutuo, en el respeto y en el servicio bien entendido. Precisamente Jesús nos presenta a un Dios Abba que está por encima de la ley y los preceptos: la ley mata, el espíritu da vida.

Resulta imposible reconciliar el Dios ley y el Dios Abba de Jesús. Son dos lenguajes tan diferentes, dos experiencias tan distintas que solo pueden llevar al conflicto.

¿Buscamos en Jesús respuestas a cuestiones concretas que tienen que ver con las decisiones morales? Jesús apela a nuestra conciencia, a nuestra dignidad, de manera personal. No hay una ley que aplique a todos los casos por igual.

Y además, ¿cómo vamos a entender esa pregunta hoy cuando en aquellos tiempos la mujer era vista como propiedad del marido, su alianza de matrimonio era algo acordado entre dos varones: él y el padre de la novia? Se podía deshacer de ella como quien se deshace de algo que ya no le sirve. ¿Cómo podemos usar este texto para decir que en nuestra religión no aceptamos el divorcio? ¿Tenía entonces la mujer alguna posibilidad de romper el compromiso con su marido?

Recientemente, ante la noticia de la vuelta de los talibanes al gobierno de Afganistán después de tantos años de guerra, el mundo occidental se ha puesto en pie y reaccionamos entre otras cosas a su “maltrato y abuso” de las mujeres.

Las mujeres estamos cansadas de tener que defender nuestros derechos con respecto a los varones en múltiples áreas de nuestras vidas y cómo no, en la iglesia católica. Sí, puntualizo en la iglesia católica, porque otras iglesias cristianas hace tiempo que se han dado cuenta de que el patriarcado ha dominado durante demasiados siglos nuestras culturas y también ¡cómo no!, nuestra manera de hacer iglesia. No es que otras comunidades lo tengan ya todo conseguido, pero desde luego sus decisiones responden más a los signos de los tiempos que las nuestras.

No podemos admitir en pleno siglo XXI que las mujeres sigamos sufriendo el “dominio” de los varones. Sin embargo, nos deberíamos preguntar en nuestras comunidades cristianas, ¿cómo vivimos la igualdad, la mutualidad, la paridad entre mujeres y hombres? ¿Se hace real el mensaje de Jesús de liberación de cargas culturales, religiosas, tradiciones en lo que se refiere a los ministerios, las tomas de decisiones? LAS MUJERES DECIMOS QUE NO. El plan de Dios desde el principio de la creación no lo vivimos…y así nos va.

Carmen Notario, SFCC

espiritualidadintegradoracristiana.es

Un comentario en « IGUALDAD DEL HOMBRE Y LA MUJER»

  1. Este artículo tiene mucha tela para cortar. En la iglesia, el patriarcado es alimentado por las mujeres o, al menos, por un buen número de ellas. Y otras, quedan impotentes ante lo que sucede y poco a poco se van retirando de la institución. A veces pienso, que un trabajo como el de espiritualidad integradora es lo que se requiere hacer. Donde la formación conjunta de hombres y mujeres (en libertad); la toma de conciencia integrada en la espiritualidad y el respeto a la biodiversidad puede ser uno de los caminos. Otro aspecto es, que (lo anterior) solo es posible desde el margen, desde fuera porque, por más buenos hombres que sean los obispos o los curas, siento que el sistema institucional ya está diseñado para que in eternum funcione así. Y lamentablemente impiden la vida. La Iglesia frena los procesos emancipatorios de los pueblos porque adormece; haciéndole menudo favor al sistema neo liberal. La experiencia me dice que pertenecer a grupos como espiritualidad integradora junto con la pertenencia a otros grupos (educativos, de reflexión política, de educación popular y colectivo de mujeres) puede ser una alternativa válida. Integrando las diferencias y la diversidad (por ejemplo en la discusión de ideas) . Vinculándonos entre pares e impares… haciendo sitio a los jóvenes escuchando su palabra. En fin, es sólo un humilde aporte a una buenísima reflexión que abre caminos. Solo pienso en voz alta. Un abrazo muy fuerte e seis vueltas. Marisa P/D: No se imaginan como he disfrutado el articulo anterior. Escrito por Magda el 23/09. Me encantó la danza y la miro cada vez que puedo.

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