Fotos enviadas por Pilar

Vida, muerte, vida

              Naturaleza.

    He tenido la gran suerte, después del retiro de la Pascua, de poder pasar unos días en plena naturaleza, con la primavera empezando a asomar en las montañas del  Pirineo ( Huesca, España).

    Ver las montañas vestidas de blanco me invitaba a tener esperanza, no todo está perdido… el cambio climático con todas sus devastadoras consecuencias…No tendrá la última palabra.

   Porque estoy segura de que algo podemos hacer.

   Aprendamos de la flor. Puedes pasar sin fijarte y pisarla, ella si puede volverá a levantarse y si no puede se enterrará otra vez en el útero de la Tierra y servirá de alimento  a través de múltiples conexiones, incluso para aquel que la pisó.

Y esperará sin cansarse a que se abra nuestra consciencia y comprendamos que todos formamos parte de todo.

No podemos salvarnos solos.

El cambio que necesitamos vendrá de los humildes y sencillos. Solo el pueblo salva al pueblo.

 Los poderosos, al igual que en tiempos de Jesús solo pueden pensar en sí mismos.

 La vida entregada, al igual que Jesús, al igual que la flor, es la que vuelve a dar vida.

   Toda la Naturaleza nos enseña. La madre Tierra, a pesar de todo el maltrato  y la explotación a que es sometida, nos da en  cada estación una nueva oportunidad, esperando, como la mejor madre, que sus hijos vean la luz y despierten.

Pilar Aragués