¿Cómo pueden ayunar las amigas del novio mientras el novio está con ellas?”( Mc. 2,19). El texto dice amigos, pero me tomo la libertad de deleitarnos el oído también con el femenino ya que, de hecho, Jesús Resucitado es el amigo-esposo del alma.
La nueva comunidad, a la que se dirige Marcos no se construye sobre una disciplina sino sobre la libertad en la amistad/adhesión a Jesús (amigos y amigas del novio)
Sigue el texto en 2, 22 “nadie echa vino nuevo en odres viejos; si no, el vino reventará los odres y se pierden el vino y los odres; no, a vino nuevo, odres nuevos.”
Podría citar numerosos textos del Antiguo y Nuevo Testamento donde el tema de fiesta, comida, banquete, vino, danza, música es frecuente y siempre quiere transmitir como es Dios, como es la familia-comunidad de los que viven habitados por su Vida, los que beben de su Vino, es decir, los que gozan del calor de su amistad, incluso de su amor como de novio.
Es todo un lenguaje y metáfora de gozo que habla de como la persona se esponja y disfruta cuando descubre que Dios es lo que más anhela el ser humano siempre buscando placer, porque para ello estamos diseñados y Jesús se nos presenta encarnando esta cercanía que buscamos, este consuelo que nos falta, esa plenitud de amor que soñamos.
Y cuando lo queremos plasmar será la comida compartida, el banquete o celebración lo que representa el resumen de todo ello. Y así empezó nuestra Eucaristía que traducido de sus raíces griegas quiere decir Acción de Gracias.
Cuando queremos celebrar siempre está el vino. Jesús se compara a un vino nuevo, que revienta con su fuerza los viejos recipientes. Maravillosa comparación con una religiosidad adormecida y caduca con la pasión, vida, transformación que trae él. El vino nuevo, la experiencia de su Espíritu, es embriagadora. Te desinhibe, te relaja y deja que seas tú sin represiones religiosas o culturales. Y también nos recuerda que esta alegría de la vida comparada con un banquete, pone celosos a los rígidos y rancios y origina que se pueda convertir en sangre derramada, sangre de entrega.
Pero sigue el gozo para l@s critian@s, porque sabemos que esta sangre se convierte otra vez en el vino del amor, aún después de las pequeñas o grandes muertes o martirios que podamos vivir en nuestras vidas. El dolor, vivido sin soltar el amarre del amor se va convirtiendo en paz y gozo profundo por la experiencia del “amigo/novio” siempre presente.
Hoy celebramos dos fiestas importantes, sabéis que nosotras hemos vivido muchos años en Estados Unidos, y hoy, cuarto jueves de noviembre, se está celebrando a lo largo de todo el día, por las diferentes franjas horarias, la mayor fiesta del año, la de Thanksgiving o Acción de Gracias. Hemos desayunado “pancakes” para celebrarlo.
Pero sobre todo sentimos que queremos agradecer a ese país, hoy tan mal visto por su política e incluso por su iglesia tan vapuleada por problemas serios, nosotras le queremos agradecer dos grandes momentos que nos han permitido ser quienes somos hoy. Uno el profundizar en un modo de estudiar teología que es “enseñar a hacer teología, más que a aprenderla”. Eso tuvo tal impacto en nuestras vidas, en lugares distintos para cada una, que nos capacitó para ir elaborando quienes somos hoy, siempre en continua apertura y transformación que tratamos de transmitiros siempre que podemos.
Este fenómeno repercutió abundantemente en una forma de hacer pastoral que fue vino nuevo para jóvenes y familias tanto hispanas como americanas. También nos costó el trago del vino de la persecución, por lo antes explicado. Mucha vida compartida, mucho amor recibido. La persecución es la rúbrica a la autenticidad.
El otro gran momento, resumiendo mucho, lo estamos viviendo ahora, no en América, sino en Europa. Hoy nosotras agradecemos a las SFCC’s, nuestra nueva comunidad, ser quienes son, y ser como son con nosotras y con tod@s.
Y les agradecemos en este día tan señalado, porque ellas nacieron en el contexto postconciliar en Estados Unidos. Fueron y son mujeres proféticas, astutas e inteligentes, que capaces de ver el Vino nuevo que el momento histórico postconciliar ofrecía y en medio de persecución propia a todo lo nuevo auténtico, son capaces de dejarse llevar por la Ruah. También hoy.
Por ellas damos gracias y celebramos nuestro Thanksgiving. Y para ser concretas os vamos a presentar a una de ellas, norteamericana, Teresa Takken SFCC. Nacida en California, lleva muchos años en Europa, hizo su Doctorado en Lovaina, estudios avanzados de música y canto en Roma…Teresa es nuestra compañera de comunidad en Benelux. Vive y trabaja en Holanda, y es la Coordinadora para Europa de la comunidad.
Siendo como es americana y cantaautora, hemos visto unificadas en ella las dos celebraciones de hoy: thanksgiving, de nuestra parte a su país y comunidad, y Santa Cecilia patrona de la música. En Teresa la música es como el vino: anima, caldea, te predispone a conocer, a desear la cercanía del amigo y del novio. Abajo podéis encontrar un canto suyo, ” Oda a la música”. Muy apropiado.
Con todo ello, damos gracias, que es “eujaristós”, eucaristía, porque así nos hace sentir formar parte de ese grupo que es capaz de dar forma, con vino y danza y mucha amistad, a lo que hoy puede ser el banquete del vino nuevo.
Y no es poesía, bastantes personas se están interesando por esas formas diferentes de vivir la comunidad cristiana. Si te pica la curiosidad, pregunta. Primero al novio/amigo, después, cuando quieras, a nosotras.
Magda Bennásar Oliver
Ode to Music ”

Teresa A Takken SFCC, 2007
I lay my hands upon you and you sing your song to me;
I wrap my hands around you-perfect harmony!
Depths of the sea, as you lay yourself so gently;
And lift me up high with a stroke ever so lightly-
Your voice in dance upon the air is music, heavenly,
I am grateful for your music in me,
So grateful for your music in me.
Your lure me to the desert; bring me safely back to sea
Mountains high or valleys low, you enable me to see.
Pain and tears you unlock from deep within me;
Free from fear, I rejoice in your eternity
In you there is no limit to the possibilities…
I am grateful for your music in me.
So grateful for your music in me.
Beyond all reason is the music you impart!
Every season plays the strings of my heart!
Awe-struck by the moonlight
Or rejoicing in the sun
All of these feelings I would wish for everyone!
Your rhythm is a beat attuned to the heart of mine;
Your bellows full of life to which I raise my glass of wine.
Carried away by your voice: It´s music to me
Enveloped with you grace as it comforts and ensues me.
Caressed and cradled by your polyphonic harmony
I am grateful for your music in me
So grateful for your music in me.