NO OS LLAMO SIERVAS SINO AMIGAS

 

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Como muchas mujeres de mi generación crecí sin referentes femeninos en las artes, en la literatura, en la política, en lo social y también en lo espiritual. Mi única referencia femenina potente fue la Virgen María, dolorosa. Sin embargo, todas las personas que me transmitieron la fe, que me mostraron el camino del seguimiento a Jesús, que me lo mostraron a Él mismo, fueron mujeres.

Ahora, vivo en un constante descubrimiento de literatas, pintoras, músicas, científicas, activistas…  que estaban, que estaban ahí, que  existían. La mirada me va cambiando y junto a otras mujeres empiezo a mirar y a poner en valor la vida, la experiencia de fe, el testimonio y el entusiasmo por el Reino de Dios de las que nos han precedido como mujeres creyentes. Entre ellas, las mujeres que aparecen en los Evangelios.

Me he preguntado muchas veces cómo es que Pedro, Santiago, Nicodemo, Juan, Zaqueo y otros varones ocupaban todo el espacio del modelo se seguimiento. Cómo es que nunca pensé que la frase ¨no os llamo siervos sino amigos¨, era dicha también para mí. Desde la lengua española, me dirán que el masculino incluye al femenino, pero yo nunca sentí que esas palabras me incluyeran, o al menos me incluyeran en igualdad con los varones. Y si pongo la mirada en la Iglesia tal y como yo la he vivido y está hoy, es evidente que no estaba incluida.

Y así, un martes cualquiera, en la puerta de la Casa de la Mujer en Zaragoza, tras una reunión de las que formamos Mujeres y Teología, surge la idea de colocar otra mirada en las mujeres que aparecen en los Evangelios. Queríamos ponerlas en valor, mostrar su experiencia de fe, su seguimiento, su construcción del Reino. Algunas de aquellas mujeres tuvieron encuentros con Jesús que las transformaron y se sintieron felices por ello. Otras, de forma decidida y valiente confiaron en Dios cuando las dificultades parecían no tener remedio y pusieron el mundo patas arriba. Otras, se enamoraron de la Buena Noticia y vivieron vidas llenas de amor. Tenía que ser un álbum ilustrado, para niños y niñas, para que crecieran valorándose unos y otras, para que supieran que juntos están llamados a hacer Reino. Y tenía que ser Carmen Sara Floriano la que pusiera en palabras ese deseo porque ella escribe desde el amor y la alegría.

 Cuanto tiempo ha pasado desde aquella tarde…  Hoy, tenemos el libro en nuestras manos. Lo tenemos en el momento en que Mujeres y Teología de Zaragoza celebramos 25 años caminando juntas. No puede llegar en un momento más gozoso.

Este libro trae para las niñas referentes, conocer la vida de Jesús sabiendo que tuvo amigas y que estas, nuestras niñas, están llamadas a ser amigas de Jesús. Si pensamos en los niños, Jesús  muestra  una nueva masculinidad, un  ejemplo para ellos, llamados a ser compañeros y amigos. Los varones adultos, sin duda tienen que leerlo, abriéndose a una necesaria revisión de sus actitudes, para que observen si sus  relaciones con las mujeres, su  amistad,  refleja el proyecto de Jesús.

Para nosotras madres, tías, abuelas, mujeres…  para nosotras de la asociación de Mujeres y Teología de Zaragoza, es un sueño un libro de estas  características donde las mujeres se presentan como amigas, como compañeras, no como siervas. Es un regalo para nosotras mismas, para regalar y regalarnos; es un regalo para las mujeres que vienen por detrás.

Para toda la comunidad de creyentes, una pregunta a propósito del libo: donde están ahora las amigas de Jesús­,  quienes son…

Os invitamos a tomar aire, a llenaros de un aliento tantas veces respirado que no huele ya a nada. Os invitamos a husmear, a inhalar con este pasaje de la viuda pobre, un proyecto, un mensaje, una utopía: la de Jesús y su Reino. Cerrad lo ojos y oled de nuevo.

ORACION. El óbolo de la viuda. Lc 21, 1-4

Mabel Ruiz Ruiz

Zaragoza 11 de enero de 2020

 

 

 

 

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