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A las puertas de estas celebraciones tan llenas de simbolismo, de misterio, de caminos de Dios, a nosotras desde nuestro rincón, sólo nos nace agradecer.
Agradecer tanto y a tantxs. Podernos comunicar por estos medios es un auténtico milagro que damos por supuesto. Nos acerca, hace posible que hablemos cara a cara en los múltiples zooms de reuniones, meditación, celebraciones, retiros… Y por ello damos gracias.
Hemos intentado establecer más vínculos para compartir y eso cuesta, es una obviedad que la pantalla también facilita a estar en todo sin meternos, sin complicarnos… observando. Parece que puede facilitar a personas con mucho miedo al compromiso o muy introvertidas a estar sin estar. Pues también a cientxs de vosotrxs os agradecemos que estéis ahí, que sigáis vuestro camino, desde vuestro sentir.
Nuestra pareja bíblica va hacia un lugar para empadronarse, como tantos hoy, cruzando caminos, vallas, océanos…en busca de un espacio, de un hueco; a este hueco vital en el Evangelio se le denomina cueva, en sicología y espiritualidad: nuestro centro.
En Belén, para entrar en el lugar donde la tradición recoge que nació Jesús, hay una basílica y para entrar hay que agacharse, reflejando así, el significado original. Para entrar en nuestra interioridad, en nuestra riqueza interior, en nuestra verdad tenemos que bajar de todo aquello que nos aleja de esa sencillez infinita.
La gente que hace peregrinaciones sabe muy bien, si la peregrinación no es turismo, sino andando y haciendo un proceso de silenciamiento… la experiencia nos dice que poco a poco van descargando peso de la mochila, para quedarse con lo indispensable. Es una limpieza de consumismo que nos introduce a valorar lo que es fundamental.
Estos días la gente que puede llena la casa de comida y de regalos, más o menos caros, según, para recibir más regalos de los que vienen en un intercambio extraño de objetos muchas veces no indispensables.
Es lo opuesto al camino de vaciamiento que se nos indica es imprescindible para andar hacia la luz, y al descubrirla entrar en ella, dejando fuera lo que no es luz porque no hay sitio para los complejos, ni las injusticias, en esa cueva-amor-luz.
Nosotras queremos agradecer la luz recibida y deseamos seguir compartiéndola. Agradecemos a las personas que usáis nuestra página, blog…si de algo sirve, bienvenido sea. Siempre estamos abiertas a dialogar, ya que como nos dicen los expertos, la gente no se implica , aunque le ayude y lo reenvíe. Es genial cuando nos conocemos y compartimos.
Agradecemos que haya personas que nos lo expliquen porque a veces es muy duro el camino de dar y dar y no saber si hay alguien al otro lado. Gracias por estar. Por hacer posible nuestro ministerio, no ordenado por leyes canónicas, sino por la Ruah que nos desinstala y mueve por dentro.
Y por último, agradecer infinito a las personas suscritas o de facebook que colaboráis un poco periódicamente con los gastos y un poco de nuestro trabajo.
Ayuda mucho saber que mensualmente o periódicamente …entra la cantidad que sea, porque así podemos organizarnos. Ahora mismo estamos a unos 400-500€ mensuales de poder iniciar nuestro proyecto alquilando una casa/chalecito que nos sirva de base para empezar también presencialmente a ofrecer y vivir lo que tanto anhelamos hace años.
Las comunidades cristianas, que dentro de poco estarán desaparecidas en la forma actual, se alimentarán, como lo hace el resto del mundo, donde iglesia y estado no están tan liados como en España, de las colaboraciones de los usuarios.
Si queremos espacios nuevos, o que los que existen permanezcan tendremos que empezar a hacer paralelos, si sirve el ejemplo, entre la cesta de la compra, sin la que no vivimos, hacer un paralelo con lo que necesito de alimento para vivir y crecer interiormente, y colaborar con lo que pueda para que sigan llegando los productos a tu bandeja de entrada, sin ningún esfuerzo, y sin necesidad siquiera de agradecer, porque no se hace por dinero, pero las personas que lo ofrecemos también tenemos gastos, y, como los de la cueva, ningún apoyo institucional, como las primeras comunidades, que compartían lo que tenían.
Si nos fijamos, en general, todas las webs de proyectos nuevos…tienen una pestaña: colaboraciones.
Gracias por adelantado. Entendemos que la institución con la que posiblemente colaboraste te decepciona con tanta corrupción y abuso. También a nosotras. Pero precisamente si queremos que algo surja y no sea momentáneo, es importante que nos impliquemos.
Feliz retorno a la cueva, de la que nos solemos escapar, pero todos los años, se nos invita, recuerda que ahí está la luz y la vida y la comunidad.
Espiritualidad Integradora